POLITICAS

El cuidado de la infancia se debería centrar en cómo estos cambian y como permanecen algunos al trascurso del tiempo, de manera socio-emocional, física, lingüística, ético-moral, cognoscitiva, estética pero en especial en sus capacidades por llegar a ser mejor cada día.

La política social es aquella definida como el conjunto de intervenciones en la búsqueda de mejorar las condiciones de desarrollo humano en la sociedad y a la participación ciudadana al momento de la toma de decisiones para alcanzar una equitativa distribución y asignación de bienes y servicios. Esta también es la encargada de las políticas de producción, administración y acceso a los bienes y servicios públicos; aplicar las políticas de empleo y los arreglos correspondientes acerca las formas de remuneración y las políticas fiscales de ingreso y gasto públicos.

En la búsqueda de la promoción de las personas y el desarrollo de las comunidades se ve implicada la política social, pues es esta la que brinda el papel de orden y apoyo para la distribución equitativa creando así una línea igual entre las sociedades, para que de esta forma todos los niños y adolecentes presentes en estas posean todos los recursos necesarios para vivir sin ninguna preocupación ni para que eviten etapas en su desarrollo, acelerándose para la búsqueda de un mejor sustento obligándolos a buscar otras oportunidades para elevar su nivel de calidad de vida.

Los niños empleados llegan a la edad adulta sin un buen desarrollo físico, intelectual y efectivamente, por lo que se encontraran con grandes dificultades, debido a que no asistieron a un colegio, poseen baja calificación laboral y sumado a esto no tendrán las mismas oportunidades para la obtención de un empleo que sea bien remunerado. En futuras generaciones ellos encontraran de manera normal que sus hijos trabajen, creando así de esta forma un círculo de pobreza de generación en generación.

El trabajo infantil como efecto de la pobreza es un grave problema en el país y que además de esto es potencialmente creciente. En Colombia es una realidad social a pesar de la legislación vigente que lo prohíbe y que exige condiciones excepcionales.